Debido al sismo ocurrido el 19 de Septiembre en la Ciudad de México, la línea doce sufrió daños en su infraestructura, las autoridades han suspendido actividades en cinco estaciones. De Olivos a Tláhuac el medio de trasporte público son diversos camiones RTP que circulan sobre avenida Tláhuac.

La estación de metro Olivos se ha convertido en el paradero provisional; sin embargo, el entorno físico no está capacitado para brindar un rápido acceso a los usuarios de los camiones RTP, situación que genera caos en el flujo vial.

El transporte público circula por Av. Tláhuac, la cual cuenta con sólo tres carriles; la estación del metro Olivos ahora tiene en su exterior diversas rutas que partían del paradero a otros destinos.

Además, debido a que disminuyó la venta de los comerciantes locatarios del paradero de Tlahuác, muchos de ellos han migrado a la estación del metro Olivos, colocando puestos en ambos costados de la acera que impiden la libre y rápida circulación de los usuarios para abordar los camiones RTP o para acceder a la estación.

Para regularizar el transporte fue necesario cerrar una de las dos vías por las que circula el tren, los pasajeros sólo pueden abordar el tren en el andén con dirección Tláhuac; esta situación genera que los transeúntes crucen Av. Tláhuac para acceder por el lado que funciona como destino de salida y llegada, lo cual provoca que el transito no circule de manera adecuada e incluso pone en riesgo la seguridad de los usuarios al cruzar arbitrariamente la avenida.

El gobierno de la CDMX comenzó las reparaciones exteriores de la línea desde el viernes 22 de Septiembre; a pesar de ello, las autoridades aún han regularizado el servicio. Hasta ahora la situación ha generado caos en el transito vial, disputas entre los usuarios que no respetan los señalamientos de las autoridades, incremento en el tiempo que los usuarios consideran para llegar a su destino, aumento del comercio informal en las zonas cercanas y contaminación debido al excedente de basura alrededor de la estación.