Es la variedad lo que predomina en el mercado de las flores mejor conocido con el nombre de Jamaica, que a pesar de contar con otros artículos como piñatas enormes y coloridas, frutas de todos los tonos y sabores, huaraches exquisitos con un aroma casero en donde a pesar de que se habla de cantidad, también hay calidad, la atracción capital son los retoños de la naturaleza.

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Ubicado en la delegación Venustiano Carranza, con una apariencia no muy llamativa en la primera impresión, lleno de largos pasillos, contiene  multitud de puestos que cuentan con variadas flores de diferentes tamaños, colores y tonos, lo cual es característico del lugar.

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La competencia entre los vendedores es asaz,  en donde el vencedor es el que mejor mercancía y precio brinde, conforme se recorre el lugar las ofertas cambian, se escucha un constante “pásele pásele , barato barato, mire este, mire este otro, pura rosa, tulipán, lleva flor de primera, fresquecita, lilis, casa blanca, girasol” refiriéndose a los numerosos arreglos con que cuentan. 

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Mercaderes los hay de todas las edades,  se observan rostros llenos de juventud menores a los diez y ocho años  de edad, pero también predominan semblantes llenos de cansancio y arrugas que sin importar lo pesado del trabajo, el tiempo de pie, el peso de los bultos y las pérdidas cuando no hay demanda, permanecen constantes en la venta.

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El lugar perdura abierto las veinticuatro horas del día, son las emergencias de media noche las que mantienen atentos y despiertos a los comerciantes. El mercado de Jamaica  con sus más de cincuenta años de servicio al público en general, sigue en pie por el éxito que tiene gracias a la calidad y el precio de mayoreo que ofrece, pero sobre todo porque este producto desde tiempos antiguos acompaña los sentimientos del ser humano.

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Así, la compra y venta de los frutos de la naturaleza, es a la vez el sustento económico de muchas familias que dedican su vida a los invernaderos y al negocio de plantas, el cual no es bien valorado por los consumidores, sin embargo han construido más de medio siglo de historia en la estructuración de uno de los aspectos culturales de la sociedad mexicana.