

HISTORIA DE LA BARRA
Ultra Tuza
En enero de 1996, el Club Pachuca introdujo la primera barra de animación en México, la Ultra Tuza (UT), con la finalidad de arraigar y formar una identidad al equipo recién ascendido a la Primera División.
Para ello, recurrieron a Lalo González Tapia, un barrista chileno de “Los Cruzados” de la Universidad Católica de su país. "Tiene un gran recorrido y un gran armado de barras en todo Centroamérica, como la Ultra Morada que fue la primera barra que hizo fuera de su país", declara Tomás Ramírez, posterior líder de la barra Ultra Tuza.
Luego de unos días, Lalo González cede el liderazgo a su compatriota Jorge Díaz “el Chino”, en conjunto con los mexicanos Tomás Ramírez y Enrique Muñoz, quienes a la postre tomarían el control total de la UT.
Así se presenta un cambio drástico en la manera de apoyar dentro de un estadio de futbol en México, con el uso de trapos y banderas gigantes, instrumentos musicales, pirotecnia y cánticos adaptados de temas musicales populares social y culturalmente.
En la actualidad, la barra Ultra Tuza se encuentra en un proceso de transición hacia una nueva generación e identidad, comandados por Luis García “Piojo” y Francisco Téllez “Chapu”.
A su llegada, González Tapia refirió que su intención no era sustituir las famosas porras mexicanas, sino dar una alternativa de apoyo al equipo Pachuca, pero el modelo de negocio de la barra brava fue implementado con éxito por la directiva y bien recibido por los aficionados del club.